Volaron las cenizas de tu cariño
con el viento anunciado de los años.
No entiendo.
Cuando todo se entrega,
los bolsillos esconden migajas muertas
Y no encuentro.
Apartada a los arcenes de tus sendas,
a tu vuelo caprichoso no alcanzo.
Quiero que vuelvas.
La dulce
La tierna
La niña ingenua.
Siempre estaré guardando el nido vacío,
velando tu lecho frío
entre puertas abiertas.
1 comentario:
Te digo, que la sensibilidad es el comienzo de todo y que por aquí se lee, se palpa.
Un saludo desde Badajoz y gracias.
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