9 de mayo de 2008

- Pide un deseo - y se cruzó de brazos, en espera de respuesta.
- Saber elegir cual pedirte, entre tantos como guardo - contesté rápidamente.
- ¿Todos son para ti?
- Ninguno
- Pide un deseo para ti - repitió impaciente.
- Saber elegir cual pedirte, entre tantos como guardo.

No me creyó, y volvió a perderse en los laberintos de las dudas.