Volaron las cenizas de tu cariño
con el viento anunciado de los años.
No entiendo.
Cuando todo se entrega,
los bolsillos esconden migajas muertas
Y no encuentro.
Apartada a los arcenes de tus sendas,
a tu vuelo caprichoso no alcanzo.
Quiero que vuelvas.
La dulce
La tierna
La niña ingenua.
Siempre estaré guardando el nido vacío,
velando tu lecho frío
entre puertas abiertas.