13 de abril de 2008

Asalto

No se limita a cepillar-se al padre, ahora le cepilla el pelo a la hija... -bajó la cabeza y me escudriñaba por encima de las gafas. No había mala intención en su comentario. Haciéndome la sorda, pasé página a la revista, que por supuesto no leía, porque trataba de dar respuesta al montón de preguntas que me hacía mi conciencia... tan aprisa... a la vez que hacía comentarios triviales para cambiar el tema de conversación.
Pero me quedó suspendida una pregunta sin respuesta.
Esa incógnita desencadenó otro atropello de interrogantes.
Me asaltó el miedo.
A veces no se sabe qué hacer.
Sólo se tiene muy claro, lo que no se debe hacer.

8 comentarios:

ybris dijo...

No sé si te sigo bien, pero entiendo que cuando uno pregunta en vano a su conciencia nos asalta el miedo.
Saber lo que no debe hacerse es una manera de vencerlo.

Un beso

Pestañas Largas dijo...

Primero que nada Hola!!... gracias por pasar por mi blog... fue una grata sorpresa pero para ser sincera no te recuerdo... ha pasado vario tiempo ya... yo en página no escribia desde octubre del 2007... y quise volver no más... ni siquiera he visitado otras páginas... y tampoco pretendía visitar... pero ya estoy aquí .. así que de vez en cuando te vendré a leer.

Respecto a tu post... entendí poquito... aunque eso de la conciencia es cierto.. ella nunca se calla .. ya sea por bien o por mal... siempre nos hace miles de preguntas y no da ninguna respuesta... a veces ni si quiera nos deja el tiempo para buscarlas.

Tu frase final me gustó.. pues yo siempre sé que es lo que no quiero en mi vida... y me atormenta el no saber lo que quiero.

Saludos!!!

Anónimo dijo...

Supongo que a alguien le jode que su ex tenga pareja.
(Imagino).

A mí también me jodió en su momento. No voy a negarlo. Pero si uno es un ser lógico y coherente, o intenta serlo al menos, acaba pensando en que la felicidad del ex repercute en la de los hijos. Y eso es lo que más debe importar.

Cagontóloquesemenea.
Kisiños,nena.
Estoy volviendo.
Poco a poco.

Pedro M. Martínez dijo...

No sé si lo he entendido bien.
A veces soy un cándido.
Otras me lo hago.

En cualquier caso me ha dejado desasosegado.

Besos, guapa.

cAlanís dijo...

Tener claro que NO SE DEBE HACER puede ser una trampa o una salvacíón. Pensar y preguntarse demsiadas cosas es tarea que yo dejo exclusivamente para mi sesión de terapia gestalt. Besos, ánimo, amooor.

Pedro M. Martínez dijo...

¿Estás ahí?
¿Estás bien?

Єѕтnoм dijo...

Tener claro lo que no se debe hacer ya es mucho.
Ultimamente a mí me atropellan los interrogantes a diario y ya empiezo a estar tan magullada que casi ni busco las respuestas.
Estoy por comprar un álbum al que rotularé "Mi colección de interrogantes" para tenerlos por lo menos bien ordenados.
Cuídate.
Mil besos.

BEATRIZ dijo...

Tener algo claro nunca me paso, he ido como a ciegas siguiendo pasos invisibles. Admiro a las personas que tienen las cosas claras.

Esta narración tuya me hace pensar en alguna chica con sueños y con una moral autocrítica,paradójico... es que acaso tu texto es un espejo?

Es un placer leerte,
Un abrazote largo

Beatriz Osornio Morales, desde Virginia